Mañana día 18 de Julio, se conmemora el 75 aniversario del comienzo (en algunas poblaciones tuvo lugar el 17) de aquellos fatídicos y luctuosos hechos que acontecieron a lo largo y ancho de España, la Guerra Civil. Se prolongó por un tiempo de más de tres años, constituyendo, posiblemente, la etapa más negra en la historia de nuestro país. Después vendrían la posguerra y casi cuarenta años, en los que imperó el pensamiento único y la falta de libertades.
Fue ésta una etapa, que para quienes tenemos cierta edad no existió, ni en las Enciclopedias de Álvarez, ni en los libros de Historia del Bachillerato y que algun@s fuimos conociendo tímidamente, ya bien pasada la adolescencia.
Cuando todavía hoy, viven personas que sufrieron aquellos hechos en sus carnes o en las de familiares directos, cuando se están buscando y desenterrando en cunetas y en tapias de cementerios, cadáveres de aquellos hombres –en su mayoría- y mujeres que fueron ejecutados, por defender unos ideales y un gobierno legalmente establecido, o simplemente porque otr@s fueron a buscarles escopeta en mano una madrugada, tengo una sensación muy extraña, siento que no solamente fueron esos libros los que quisieron acallar esos hechos, si no que a día de hoy, desde las propias Instituciones y desde muchos medios de comunicación, se contribuye a que ese recuerdo pase desapercibido.
No me extiendo más, sirvan estas breves líneas para esbozar un recuerdo y para lanzar un llamamiento, si las Instituciones no tienen memoria, tengámosla l@s ciudadan@s, pues como alguien dijo una vez: “aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo”.